miércoles, 14 de octubre de 2009

motocicletas, vacaciones, otoño

por ejemplo,
las mudanzas,

muchas veces son mudanzas aparatosas
donde toda la familia ayuda y todos están muy contentos -por un u otro motivo-
y se termina en una gran comida ruidosa, algo comprado por ahí cerca, comiendo todos de pie, entre cajas y donde están las servilletas?.

Otras veces son obligadas, alguien comete un error imperdonable y debe empacar, entre gritos y amenazas, sin planificación alguna y con parada en alguna casa de algún amigo cercano antes de encontrar el lugar donde se comenzará a vivir otra vez.

hay otras, muy tristes, donde las personas se van para siempre, quien sabe a donde, todo el mundo llora y se viste de negro,

pero hay otras, donde la mudanza comienza sin pedir permiso, se vive por muchos años en un lugar, pero de pronto se sorprende sobre el escritorio, mirando las luces del atardecer por la ventana, viviendo en otro lugar, de cuando en vez, se cierran los ojos, y poco a poco comienza a imaginar detalles de otra vida, que son sus brazos, sus manías, sus olores, sus platos favoritos, gatos, perros, no, no me gustan los gatos, mhh, podría ser una cena mirandose a los ojos, tratando de encajar mi ropa en el diminuto espacio que me dejas, el primer enojo, la primera pelea, la primera reconciliación, el silencio, los abrazos. Casi olvidando pestañear, cierras repetidamente los ojos para humedecerlos, en ese pequeño dolor producido por el exceso de aire y falta de lubricación del ojo, cae una lágrima, contraes los ojos para retenerla, pero se va y rueda por tu mejilla y no haces nada por detenerla, ahora vuelves a mirar por la ventana. No es que sea pena - ya expliqué el hecho que produjo la lágrima- pero se extraña un poco uno mismo, cuando se va a vivir a otra parte y cuando no lo acompaña el cuerpo.

nada que ver con vacaciones, ni motocicletas, un poco de otoño puede ser.


1 comentario:

Andrés E. Medina dijo...

Precisamente al leer los dos primeros párrafos pensé en la "mudanza interna" y fué lo que vino después: aquella donde la mente (o el espíritu) exigen un cambio. Alentador. Saludos.