caen cadenas azulosas
en medio de enanos resfriados
cuyos estornudos se oyen,
incluso bajo la almohada
nadie entiende nada
y por eso mismo
esto se parece a mi país
-suponiendo que este pedazo abrupto de territorio, fuera un país-
los ojitos se me enternecen,
fin
aqui comienza todo
las portadas y los noticiarios
los flashes
y nosotros los enanos
nos vestimos
compramos,
vendemos,
esperen,
hay unos chicos llorando
escondidos,
son poetas,
dejen que el tiempo los mate
no vale la pena muchachos,
la dinámica es otra
el tercermundismo que nos caracteriza,
donde se lo metieron?
amanece,
los enanos se van a la cama
una chica da vueltas en su cama,
esperando que algun día,
vuelva ese abrazo silencioso
a morder su falda
a escupir mariposas encendidas
como un hombre de agua incendiandose
y en mi país
pasan cosas parecidas
el gran escote del mundo
el sol pálido sobre la ciudad
cuando comienza el sonido aquel
de la máquina encendiendo la rutina
elementary, my dear watson
nunca estuvimos aquí
somos un sueño incomprensible
de una niña de ocho años nucleares
cuarenta grados de fiebre
a punto de despertar,
los escalones de la plaza de somerville
tienen huellas,
donde el agua de lluvia
prefiere quedase
antes
o
despues
de soplarte los intersticios.
-cae una pestaña-
despierta.
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